

San Blas, donde el Caribe conserva su alma.
Este archipiélago indígena es un santuario natural y cultural a pocas horas de la ciudad.
En Burwa curamos experiencias de uno o varios días para que descubras sus islas, su gente y su esencia, a tu ritmo.
Experiencias Burwa

Cabaña en una isla remota:
Tuba Senika
Una isla sencilla y abierta a viajeros que disfrutan compartir el espacio con otras personas. Tuba Senika ofrece un ambiente más social, con zonas comunes y energía relajada. Alójate en cabañas de bambú junto al mar y vive la experiencia indígena de forma directa y auténtica.

Cabaña en una isla remota: Chichimé
Despierta rodeado de arena blanca, palmeras y mar turquesa en una de las islas más tranquilas de Guna Yala. Chichimé es ideal para quienes buscan descanso, silencio y conexión con lo esencial. Duerme en una cabaña de madera sobre la playa, sin distracciones, solo naturaleza.
Sobre el destino
El Archipiélago de San Blas (también conocido como Guna Yala por su nombre indígena) está formado por 365 islas paradisíacas situadas en el Caribe panameño, a apenas dos horas de distancia de la ciudad. Estas son autogobernadas por la etnia Guna, una de las varias tribus indígenas originarias de Panamá.

En marzo de 1925, los Guna se revelaron ante las autoridades panameñas como respuesta a la occidentalización forzada, logrando un acuerdo de respeto de las costumbres indígenas y la autonomía de la zona.
La estructura social de los Guna se organiza a través de sus Congresos Generales (organizados políticamente en comarcas), y sus Congresos Locales (organizados por comunidades). A nivel nacional, los Guna tienen autonomía sobre las decisiones que ocurren bajo su territorio.
Del total de islas en el Archipiélago de Guna Yala, 49 de ellas son comunidades donde la mayoría de isleños hacen vida: hay escuelas, centros médicos y espacios de reunión. Además, existen más de 30 islas dedicadas completamente al turismo en las que encontrarás diversas opciones de alojamiento, todas muy rudimentarias y de materiales naturales. El resto son islas vírgenes o campos de palmeras dedicados a la exportación de cocos.